miércoles, 3 de diciembre de 2008
HUMyCII Unidad Uno
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
COLEGIO DE CIENCIAS Y HUMANIDADES
Agosto 2006
SEMINARIO INTERPLANTELES DE APOYO A LA MATERIA
HISTORIA UNIVERSAL MODERNA Y CONTEMPORANEA
CICLO ESCOLAR 2005-2006
(CAMPO 3)
COORDINADORES: Arturo Delgado González y Víctor Efraín Peralta Terrazas
INTEGRANTES: Ismael Antonio Colmenares Maguregui, Jaime Horacio Cruz Cervantes, Maximiano Espina Miranda, Miguel Ángel Gallo Tirado, Víctor David Jiménez Méndez Araceli Jiménez Reyes, Bernabé Ocampo Castro, Ricardo Antonio Reyes Juárez y Román Arturo Sánchez Morales.
HISTORIA UNIVERSAL MODERNA Y CONTEMPORÁNEA II
GUIÓN DE LA INTRODUCCIÓN TEMÁTICA DE LA UNIDAD II:
EL SURGIMIENTO DEL IMPERIALISMO CAPITALISTA Y SU
EXPANSIÓN EN EL MUNDO (1873-1914)
1.1. La crisis de 1873, la política proteccionista, el papel de la Segunda Revolución Industrial en el proceso de producción, el crecimiento demográfico y las grandes migraciones. Características del imperialismo.
1.1.1. La crisis económica de 1873 se caracterizó por una “sobreproducción” de los bienes producidos y saturación del mercado. Afectó a los países europeos, a todos los sectores sociales y significó la ruina de numerosos pequeños propietarios rurales.
1.1.2. La gran depresión puso fin a la era del liberalismo económico. Se da un renacimiento del proteccionismo, que es un nacionalismo económico: el Estado interviene en la regulación comercial en el plano internacional y en la relación entre el capital y el trabajo.
1.1.3. La Segunda Revolución Industrial. Sectores en los que impactaron más los avances científicos de finales del XIX y comienzos del XX: la industria eléctrica, el petróleo y la química, el del acero y el metal. Los medios de transporte y comunicación alcanzaron una espectacular modernización.
1.1.4. Nuevas formas de organización de los sistemas de producción y de trabajo. Frederick Taylor funda la “administración científica” y Henry Ford crea la cadena de montaje. Sus aportaciones racionaliza el uso de la maquinaria y de la fuerza de trabajo para maximizar la producción y los beneficios del capital.
1.1.5. Pobladores agrarios y sectores empobrecidos de origen europeo, junto con el crecimiento urbano y demográfico, propiciaron la emigración masiva al interior de Europa y a ultramar, entre finales del XIX y principios del XX. Países que recibieron importantes flujos de gente: E.U.A., Canadá, algunos de América Latina y Oceanía.
1.1.6. A partir de los años setenta del XIX, en los principales países industrializados capitalistas surge el Imperialismo. Sus rasgos esenciales: creación de monopolios; predominio del capital financiero; exportación de capitales; asociaciones internacionales; el reparto del mundo entre grandes potencias.
1.2. El debilitamiento de la hegemonía anglo-francesa. La emergencia de las nuevas potencias: Alemania, Estados Unidos y Japón.
1.2.1. Inglaterra pierde la hegemonía de primera potencia a partir de la Segunda Revolución Industrial, durante el último tramo de la “era victoriana”. No pudo mantener su posición de “taller del mundo”, aunque conservó su estatus de “banco del orbe”.
1.2.2. Francia, tras la derrota en la guerra con Prusia en 1870, se encontraba con un ejército de ocupación, la pérdida de Alsacia y Lorena, y una gran deuda con Alemania. En vísperas de la Primera Guerra Mundial, tenía una agricultura e industria prósperas, pero con una inestabilidad social, un excesivo proteccionismo y una crisis demográfica.
1.2.3. En 1871 se funda el Imperio Alemán. El artífice de la integración del Estado nacional y su despegue como nueva potencia fue Otto Von Bismarck. La industria sería la palanca del desarrollo económico convirtiéndose en la principal potencia industrial de Europa y en la fuerza militar dominante.
1.2.4. El expansionismo del Estado alemán se justificaba en una ideología nacionalista agresiva, xenófoba y racista, proclamando: “Hoy Alemania, mañana el mundo”. Así se sustentó el pangermanismo, movimiento antieslavo y antisemita, exigiendo su lugar como nueva potencia: la Gran Alemania, dominadora del mundo.
1.2.5. La Guerra Civil norteamericana que unificó a los Estados Unidos, marcó sus inicios como futura gran potencia. El auge de la agricultura fue posible gracias al desarrollo de los ferrocarriles. La ganadería tuvo un crecimiento impresionante. La conquista del Oeste, que despojó las tierras de los indios, creó nuevos Estados y aumentó el potencial económico de E.U.
1.2.6. Para 1914 habían llegado a E.U. más de veinte millones de inmigrantes. El país experimentó un desarrollo espectacular de su industria, rebasando su producción a la de los países europeos. Se convirtió en el país de los trust y los grupos financieros monopolistas. Se instrumentó una política represiva contra la creciente agitación obrera.
1.2.7. Al configurarse como una nueva potencia, los E. U. continuaron su política exterior expansionista y de intervención en América Latina, el Caribe y en el área del Pacífico.
1.2.8. Japón emerge como una nueva potencia imperialista a finales del XIX. En 1867 se restaura el poder del emperador que encabeza Mutshuito Meijí, quien promueve una revolución modernizadora. Abolió la casta samurai, proclamó las libertades individuales, fortaleció un Estado moderno y promulgó una Constitución.
1.2.9. Se promovió la industrialización del Japón. Las masas campesinas y el nuevo proletariado urbano se vieron sometidos a una intensa explotación. En la década de los noventa, inicia su proceso de expansión territorial y económica en Asia.
1.3. El imperialismo y la expansión colonial. La Conferencia de Berlín. África, Asia, América Latina y Oceanía. Los movimientos antiimperialistas.
1.3.1. A partir del último tercio del XIX y hasta 1914 se constituyen grandes imperios coloniales. La carrera de las principales potencias europeas, a las que se unen E.U. y Japón, desemboca en un reparto casi total del espacio colonial. Una cuarta parte de la superficie del planeta fue distribuida en una serie de colonias y semicolonias.
1.3.2. África se convirtió en una de las principales zonas donde se centró la competencia por conseguir nuevos territorios. El rey belga Leopoldo II y Bismark convocaron la Conferencia diplomática de Berlín (1884-1885), donde se sentaron las bases de la política a seguir en el reparto del continente africano.
1.3.3. Asia septentrional y central, India y territorios cercanos, la península de Indochina y el Imperio de China, fueron las principales regiones en que se desarrolla la penetración comercial y colonial de las potencias (la Rusia zarista, Inglaterra, Francia, Alemania y Japón).
1.3.4. A finales del XIX, los países de América Latina habían consolidado sus Estados nacionales. Desde el punto de vista económico eran dependientes del mundo capitalista desarrollado. Los E.U. afirmaron cada vez más su influencia política y militar; en el Caribe y Centroamérica impusieron su hegemonía a raíz de su victoria en la guerra contra España (1898).
1.3.5. Oceanía fue otra de las zonas donde se dio la disputa entre las grandes potencias. La riqueza de Australia, Nueva Zelanda, Nueva Guinea y de otras colonias británicas, despertaron la ambición de los alemanes y franceses. El mundo insular de Oceanía quedó repartido entre las potencias occidentales.
1.3.6. El 1 de enero de 1901 entró en vigor la Commonwealth of Australia, federación de seis Estados, con gobierno independiente pero vinculado a la corona británica En 1907 se firmó el Acuerdo que otorgó a Nueva Zelanda el rango de Estado autónomo dentro de la comunidad británica.
1.3.7. La resistencia antiimperialista a la ocupación colonial, se dio tanto al interior de las metrópolis como en le seno de los territorios coloniales. En E. U., las tribus indias lucharon en contra del arrasamiento de su población y del despojo territorial. En Nueva Zelanda, los maoríes sufrieron el exterminio británico.
1.3.8. En África, las resistencias armadas fueron significativas. En Asia, la revuelta de los cipayos en la India y la guerra de los bóxers en el Imperio chino. En 19006, el Partido del Congreso Nacional Indio se pronunció a favor de la autonomía del país. En China, la revolución de 1911 proclamó la República y el final de la monarquía imperial.
1.4. Desarrollo de las corrientes socialistas y anarquistas. Los partidos obreros y la II Internacional. Su posición frente al imperialismo. El primero de mayo.
1.4.1. Después de la derrota de la Comuna de París (1871) y la disolución de la 1ª Internacional en 1876, se desarrollan varias corrientes socialistas: los seguidores de Carlos Marx (que fallece en 1883) y los anarquistas de Miguel Bakunin. Sobresalen: Kropotkin, Kautsky, Bernstein, Rosa Luxemburgo y Lenin.
1.4.2. Los sindicatos se convirtieron en instituciones imprescindibles en la regulación de las relaciones laborales. Se propusieron también la conquista de derechos políticos y sociales. Nacieron los partidos socialistas: el Partido Socialdemócrata Alemán (1875), el Partido Obrero Francés (1879), el Partido Socialdemócrata Ruso (1898)...
1.4.3. En 1889 se funda la 2ª Internacional en París, convirtiéndose en la gran organización mundial creada sobre nuevas bases orgánicas y doctrinales. En ella se debatieron diversas tendencias: la ortodoxa y centrista, representada por Kautsky; la revisionista, defendida por Bernstein.
1.4.4. La 2ª Internacional postulaba la formación de partidos de la clase obrera independientes de los partidos de la burguesía, insistía en la organización de los obreros en sindicatos, condenaba el colonialismo por la explotación capitalista que llevaba implícita y negaba que fuera un instrumento de civilización.
1.4.5. Ante el estallido inminente de la Gran Guerra imperialista, la izquierda revolucionaria, representada por Rosa Luxemburgo y Lenin en la 2ª Internacional, llamaba a una insurrección armada en contra de la burguesía de cada país. Los bolcheviques en Rusia plantearían la transformación de la guerra imperialista en guerra civil revolucionaria.
1.4.6. En 1884, La Federación de Trabajadores de los E.U. decidió en su IV Congreso, en Chicago -importante centro industrial y cuartel general del movimiento anarquista- que a partir del primero de mayo de 1886 se lanzaría a una huelga general a fin de imponer su demanda de ocho horas.
1.4.7. La jornada del Primero de Mayo fue un triunfo para la clase trabajadora norteamericana y del mundo, que costó la vida de muchos obreros. A partir del 1º de mayo de 1890 se inició la celebración del Día Internacional de los Trabajadores, con la consigna de Marx y Engels:”proletarios de todos los países uníos”.
1.5. El declive de los imperios austro-húngaro y turco-otomano. La presencia de las nacionalidades y las guerras en los Balcanes.
1.5.1. a.El Imperio austro-húngaro fundado en 1867, estaba formado por varias nacionalidades de los Balcanes que dificultaban la cohesión. Entre las regiones que lo integraban había grandes disparidades económicas. Los diversos pueblos tenían conflictos por sus creencias religiosas dominantes: católicas, ortodoxas y musulmanas.
1.5.1. En los años setenta del XIX, Austria-Hungría y Alemania entraron en colaboración. A inicios del XX arreció la agitación de las nacionalidades dentro del Imperio y se hicieron más tirantes las relaciones con los serbios y rusos. En 1908, Austria-Hungría decidió anexarse Bosnia-Herzegovina aumentando el malestar de Serbia y Rusia.
1.5.2. En el seno del viejo Imperio turco-otomano varios de los pueblos que lo formaban (rumanos, búlgaros, balcánicos como los montenegrinos, bosnios, etc.) se esforzaban por liberarse, apoyados por los serbios y los rusos. El Imperio se vio obligado a conceder la independencia a serbios, rumanos y búlgaros.
1.5.3. Al inicio del siglo XX, el Imperio turco-otomano se hallaba en plena crisis. Las potencias competían por arrebatarle territorios en los Balcanes. En 1908 se originó la “revolución de los jóvenes turcos”, cuyo objetivo era detener la decadencia imperial e impulsar su resurgimiento.
1.5.4. Las Guerras en los Balcanes de 1912 y 1913, donde intervinieron no sólo las nacionalidades oprimidas por los turcos, sino países como Rusia, Austria-Hungría e Inglaterra, causaron el hundimiento del viejo Imperio islámico. Éste, junto con el austro-húngaro, participaría en la Primera Guerra debilitadas desde su interior por las luchas que los diversos pueblos realizaban para alcanzar su independencia.
1.6. La “Paz Armada”: el sistema de alianzas entre las potencias y la agudización de las tensiones en Europa y el mundo.
1.6.1. Hacia finales del XIX y principios del XX, a pesar de los distintos enfrentamientos no había guerra aún. Pero hallándose en esta paz relativa, las potencias estaban armándose en previsión de un gran conflicto: eran los años de la “paz armada”.
1.6.2. En 1882 Alemania firmó con Austria-Hungría e Italia la Triple Alianza, uno de los bloques internacionales que intervendría en la Primera Guerra Mundial. El otro bloque fue el de la Entente Cordiale, que comenzó con el entendimiento anglo-francés de 1904 y se completó con el acuerdo anglo-ruso de 1907.
1.6.3. La gravedad de las tensiones entre las principales potencias europeas aumentó debido a: las ambiciones que tenían por establecer dominios coloniales en el norte de África (crisis de Marruecos, 1905, 1911); las luchas nacionalistas en los Balcanes y los afanes expansionistas de las potencias en la región (1908-1914).
1.7. Los cambios de mentalidad y la vida cotidiana en la sociedad de masas. La belle époque: la idea de progreso y su impacto en la ciencia, la cultura y el arte.
1.7.1. En el siglo XIX, la sociedad de masas es el resultado de una nueva fisonomía histórica. Se alude a ella como el aumento de la población que modifica el rostro de la sociedad, como la multiplicación de personas que van ocupando el planeta de una forma acelerada a lo largo de esa centuria y que actualmente continúa.
1.7.2. La sociedad de masas abre los caminos, los centros rurales se integran a las cambiantes ciudades, las nuevas técnicas de producción alfombran las metrópolis con asfalto. Luces, sistemas hidráulicos modernos, edificios, palacios de cristal, grandes torres, estatuas majestuosas, museos, modas, pintura, música, impactan a los nuevos habitantes.
1.7.3. Los overoles, las camisas sucias, las gorras que detienen el sudor, las mujeres embarazadas, los camisones de franela en el frío, contrastan con los bombines, camisas almidonadas, zapatos lustrados, corbatas de seda, mujeres con sombrero y velo, vestidos largos y carros elegantes que salpican el lodo a la banqueta.
1.7.4. El período 1880-1914 cobija el desarrollo de la cultura moderna. La expresión belle époque nació en Francia. Fue atractiva para la memoria de las clases medias y altas. Apareció rodeada de una aureola dorada, donde prosperidad y bienestar económico permitían la estabilidad social. Asocia lo individual y colectivo a la idea de progreso. El clímax de ese espacio es la Torre Eiffel.
1.7.5. La Vanguardia bajo el nombre del modernismo protagonizó la elevada producción cultural. La vida cotidiana se ve afectada por los nuevos cambios científicos, sociales y políticos. La industria de la publicidad es una expresión moderna. Los periódicos y las revistas son de circulación masiva. Aparecen nuevos medios de comunicación como el teléfono y el cine.
1.7.6. El avance de la ciencia y la tecnología: la energía y la bombilla eléctrica, la fotoelectricidad, el teléfono, el telégrafo, el cinematógrafo, el crecimiento de los medios de transporte (ferrocarril, barco, automóvil, transporte aéreo, motocicleta, bicicleta), gas, petróleo, neumáticos, aspirina, máquina de escribir, y las aportaciones de Freud y Einstein…
1.7.7. Pensadores y exponentes del arte: Nietzche, Monet, Cézanne, Renoir, Van Gogh, Toulouse-Lautrec, Rodin, Julio Verne, Rimbaud, Mallarmé, Proust, Dostoievski, Tolstói, Conan Doyle, Joyce, Strauss, Tschaikowsky, Claude Debussy, José Martí, Rubén Darío, José Enrique Rodó, Henríquez Ureña, Ricardo Flores Magón.
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